Las pinturas de Francisco nos surgen llenas de vida, llenas
de sensaciones.
Al contemplar las pinturas nos sobrecoge su alma su arte.
Plasmando y narrando el mundo real en sus obras,
transportándonos hasta sentir la poesía.
Cada obra es singular, la alta manifestación de una visión
personal y fruto de un tiempo artístico en continua evolución.
La conjunción de la sensibilidad y las cualidades técnicas
que encontramos en la obra de este artista nos hace predecir que su evolución
pictórica nos llevará a poder contemplar unas obras de extraordinaria calidad.
Quiero destacar esta obra inquietante que se llama "El espíritu de Gaudí". Aunque podemos ver el resto de las obras en la página del Café Astoria , esta me hace estremecer por esa mirada fija, que no ceja de mirarnos.
En cuanto al autor, muchos del círculo del arte que se mueve por Zaragoza lo conocen y saben que es una persona muy válida y creativa, y siempre amable. Os invito a visitar el Café para no perderse esta exposición tan valiosa como esperada.
¡Suerte!
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